La Asociación Española de Pediatría (AEP) y la Organización Médica Colegial (OMC) se han manifestado respecto a la reapertura de los colegios y el comienzo del curso lectivo. Amabs instituciones consideran que debe de ser una prioridad social y sanitaria para las autoridades de nuestro país y que ha de producirse de manera ordenada y segura a través de un conjunto de recomendaciones y medidas técnicas que garanticen la reactivación del sector en condiciones apropiadas de seguridad.
"La preocupación por el incremento de la incidencia de COVID-19, se suma al de la falta de información sobre cómo se va a realizar “la vuelta al colegio”, y las crecientes muestras de que la preparación por parte de las autoridades educativas adolece de diligencia, claridad, puesta en común y recursos incrementales para asegurar que se pueda reactivar el sector en condiciones apropiadas de seguridad. Ante la inquietud y desasosiego que esta situación produce, desde la profesión médica destacamos los siguientes aspectos fundamentales:
- Es una prioridad social y sanitaria la apertura de los centros educativos; las autoridades deben asegurar que esto se produzca de manera ordenada y segura.
- Existen un conjunto de recomendaciones y medidas técnicas que pueden permitir este regreso a las aulas en las mejores condiciones de seguridad; su aplicación y adaptación local debe hacerse sin dilación, y empleando recursos extraordinarios para asegurar que los Planes de Contingencia puedan ser aplicados. Los responsables políticos e institucionales del sector educativo tienen un reto fundamental ante ellos: se les debe pedir un esfuerzo y compromiso especial, y recordarles que deberán rendir cuentas en el futuro.
- Destacaríamos las siguientes medidas, aquellas que las autoridades sanitarias han formulado, y que son las más importantes:
- Distanciamiento físico, higiene de manos frecuente, y uso correcto de la mascarilla.
- Dotación y formación suficiente para dar respuesta a los nuevos requerimientos organizativos de las clases: Profesorado, limpieza, y profesionales para la atención a la diversidad.
- Evitar contactos con superficies como pomos de las puertas dejándolas abiertas. Mantener abiertas algunas ventanas, aunque la climatización esté activada, es una medida prudente para facilitar la dispersión de aerosoles.
- Grupos pequeños de niños y además fijos (burbuja).
- Circuitos bien delimitados de vigilancia epidemiológica para detección precoz de casos y aislamiento de casos y contactos.
- El transporte al colegio debe ser lo más seguro posible, y en el caso del transporte escolar asegurar asientos fijos para cada niño, uso de mascarillas, y apertura de ventanillas.
- Los horarios escolares y laborales deben facilitar la conciliación para evitar que los abuelos, o familiares convivientes de edad avanzada o vulnerables, tengan que asumir la tarea de llevar y traer a la casa a sus nietos.
- El sector sanitario debe combinar su apoyo al sector educativo, con el control de cadenas de contagio y brotes, y la prestación de la atención sanitaria a los enfermos. La potenciación de la Atención Primaria y la Salud Pública son esenciales, y no están siendo materializadas con la intensidad y la voluntad política que sería deseable en todos los lugares. Algunas funciones van a ser básicas en esta etapa: la atención pediátrica en los Centros de Salud, las actividades de rastreo para casos y contactos, y la disponibilidad de instrumentos y medios para que los aislamientos y las cuarentenas puedan realizarse efectivamente.
- Es esencial desarrollar una comunicación clara y cercana a padres, familiares y tutores, que permita entender cómo van a funcionar los centros escolares, particularmente el escalonamiento de las entradas y salidas, y de los recreos; también se debe insistir en estimular que en el domicilio se extremen las medidas higiénicas para asegurar la protección de niños y adultos."
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