Los Reyes Magos están a punto de dejar sus regalos en las casas de nuestros Grandes Pequeños, es por ello que las familias deben prestar especial atención a qué juguetes llegan a manos de los niños, de tal manera que sean adecuados para su edad y que no contengan piezas extraíbles o pequeñas que causen un peligro para su salud.
De este modo, la Dra. Pilar Camacho Conde, pediatra de Grupo IHP, aconseja a los padres revisar concienzudamente estos regalos. “Un juguete roto puede ser peligroso, tener una arista cortante o que la tapa de las pilas cierre correctamente”, asegura.
Para una mayor garantía, la especialista aconseja que los juguetes cuenten con la etiqueta “CE”, que garantiza que está evaluado antes de salir al mercado y cumple con todos los requisitos de seguridad de la Unión Europea. “Desde una pieza pequeña que forme parte de un juguete hasta un borde puntiagudo son peligros a los que se enfrentan los niños. Por ello es importante que no haya a su alcance nada que quepa en su boca, ya que puede producir un atragantamiento”, indica la Dra. Camacho Conde.
Los peligros pueden evitarse, en gran parte, adquiriendo juguetes que estén aconsejados para la edad del niño. De este modo, si hay hermanos con edades diferentes, los especialistas recomiendan sensibilizar a los más mayores para que separen los suyos y no los dejen al alcance de los más pequeños. Así, la doctora insiste en que los menores de seis años deben jugar siempre en presencia de los adultos para “evitar accidentes y compartir, así, más tiempo con nuestros hijos”.
La pediatra de Grupo IHP ofrece, además, algunos consejos por si se produce un atragantamiento con estos juguetes. “En ese momento hay que mantener la calma y ayudar al niño a expulsar de su vía respiratoria el elemento que la obstruye, realizando correctamente las maniobras adecuadas, así como trasladarlo a un centro sanitario”. Es importante, insiste, “no extraer el cuerpo extraño a menos que sea realmente factible porque podemos conseguir el efecto contrario e introducirlo más”.