El 27 de mayo se celebra el Día Nacional de la Enfermedad Celiaca, una patología que sigue estando infradiagnosticada. Así lo han advertido los especialistas de Grupo IHP, que insisten en que la detección al principio de su desarrollo marca la diferencia a la hora de abordar esta enfermedad de base autoinmune que afecta a 1 de cada 70 niños y que provoca que los menores no puedan volver a ingerir alimentos con gluten durante toda la vida.
Como ha expresado el Dr. Joaquín Reyes Andrade, especialista en digestivo del grupo pediátrico andaluz, “insistimos a las familias en que estén atentas por si observan síntomas en sus hijos, ya que esto adelanta el diagnóstico, algo crucial para actuar de manera rápida y prevenir complicaciones graves en la salud del menor a lo largo de su crecimiento”.
Aunque la sintomatología de la celiaquía puede variar ampliamente, algunas señales de alerta se corresponden con problemas gastrointestinales repetidos, retraso en el crecimiento y desarrollo, fatiga, anemia y cambios en el estado de ánimo. Las complicaciones pueden presentarse a corto plazo, como dolor abdominal, diarrea o cefalea; y a medio o largo plazo, como osteoporosis, déficit de hierro, infertilidad o la manifestación de otras patologías, tal es el caso de la diabetes o de las alteraciones tiroideas.
Asimismo, el especialista ha explicado que la imposibilidad de ingerir gluten puede afectar significativamente a los niños en su día a día, por ello, es importante conocer a edades tempranas la presencia de esta enfermedad y, con el apoyo adecuado de profesionales, es posible gestionar la situación de manera efectiva. "El principal factor que provoca la aparición de complicaciones en el paciente es la inadecuada adherencia a la dieta sin gluten. Conocer cuánto antes su padecimiento facilita su adaptación a la privación alimentaria", ha precisado el Dr. Reyes.
El Dr. Joaquín Reyes ha alabado la labor pediátrica de Grupo IHP en relación al diagnóstico y manejo de la celiaquía. “Existe una gran sensibilización de los especialistas pediátricos ante esta enfermedad y esto, unido al cribado de familiares en caso de historial de riesgo y los avances en las pruebas diagnósticas, mejora el pronóstico", ha afirmado.
En cuanto a los métodos para diagnosticar la celiaquía en niños, los avances diagnósticos actuales hacen posible la realización de un test rápido de sangre que busca la presencia de anticuerpos específicos. El estudio de la historia clínica y una exploración detallada permite recopilar datos y, en base a estos resultados, plantear la necesidad de una endoscopia digestiva con biopsia intestinal, una prueba invasiva pero no dolorosa.
Ante la detección de la enfermedad y tras un periodo de aprendizaje y adaptación en la que se recomienda que participe la familia del menor, “se deberá favorecer poco a poco la autonomía progresiva del paciente pediátrico en las comidas, ya que conseguirá no sentirse diferente a otros niños", ha explicado el Dr. Joaquín Reyes.
En relación con la prevención de la celiaquía en la población infantil, aunque no se conocen todos los factores desencadenantes de esta enfermedad, en algunos casos existe una conexión con haber padecido previamente una gastroenteritis por rotavirus. "Los últimos estudios sobre el efecto positivo de la vacuna contra el rotavirus son prometedores. Sin embargo, lo ideal sería realizar un seguimiento a largo plazo de estos niños para determinar si realmente no desarrollan la enfermedad o si la vacunación simplemente retrasa su aparición", ha concluido el especialista del grupo pediátrico andaluz.