Tras la reciente ampliación de Grupo IHP de sus servicios pediátricos especializados a Granada, Almería y Badajoz, el Dr. Jesús Garrido, nuevo jefe de pediatría de Grupo IHP en el Hospital Vithas de Granada, cuenta la gran aceptación que tiene en la red a través de su página web, su canal de Facebook y su canal de Youtube.
-Lleva 12 años con su página mipediatraonline.com, ¿ha percibido cambios en las consultas que le formulan los padres?
–Sí, hay muchas dudas sobre el tema del coronavirus. Hay muchos padres que no saben si llevar el niño a la guardería o no. Como es algo voluntario se lo piensan más y muchos están decidiendo no llevarlos. Cuando están ya en etapa escolar y dan positivo les asaltan muchas dudas. También hay mucha preocupación sobre el tema de la vacunación de la gripe.
–¿Y en la consulta, en el trato directo con los niños, ha notado cambios?
–Sí, un niño de dos años en cuanto ve el gel hidroalcohólico se echa, no se quita la mascarilla y si lo tengo que explorar enseguida se la pone. Los niños tienen totalmente asumido el tema. Es llamativo. Esto puede explicar que a pesar de la alta contagiosidad del virus los colegios sigan abiertos a estas alturas del curso.
–Usted tiene un hijo, ¿qué edad tiene? ¿cómo le ha explicado la pandemia?
–Mi hijo tiene 13 años, no hemos tenido que explicarle gran cosa porque como en el colegio ya les contaron la situación y como las familias hemos ido hablando delante de los niños de todo lo que estaba pasando, hemos ido asimilando junto con ellos lo que ocurre. De hecho, ellos lo han asimilado antes y creo que nos pueden explicar mejor las cosas a nosotros.
–Su web es todo un éxito, puede actualizarnos los datos.
–La página lleva más 90 millones de visitas y el canal de Youtube unos 32 millones de visualizaciones, algún vídeo en concreto suma más de 3 millones de visualizaciones. En Facebook son más de 2,1 millones de seguidores y unos 380.000 en Youtube.
–¿No le dan vértigo estas cifras?
–La verdad es que yo empecé esto como una forma de ir creando contenido que le podía facilitar a los padres en la consulta, no con idea de difundirlo, pero fue una sorpresa ver la acogida que tuvieron. Me di cuenta de que era un canal de divulgación mucho más potente de lo que había pensado y empecé a hacer las cosas mejor y a aprender temas de marketing online, SEO, posicionamiento web y redes sociales.
–Incluso ha recibido el premio Influencer 2019. Es una referencia para millones de padres, ¿cómo lo está viviendo?
–Sí, con normalidad. Es una parte que he integrado en mi trabajo, le dedico un poco de tiempo pero yo sigo haciendo guardias, llevando la consulta, atendiendo pacientes día a día.
–De las miles de consultas que recibe habrá alguna de fuera de España.
–Sí, de muchos países. Una de las más recientes me llegaba de Omán, de unos padres españoles que se encuentra allí. De familias expatriadas me llegan muchas porque prefieren la forma de comunicación que tenemos los españoles o no les convence el sistema médico donde están. La posibilidad de hacer consultas online resuelve estos problemas y con la pandemia se ha impuesto. No todo se puede resolver con una consulta online pero muchas cosas se pueden hacer. Cada día vemos que hay más difusión de este tipo de soluciones y desde la pandemia ha aumentado el uso de estas herramientas.
–Usted ha dicho que la alimentación en uno de los principales problemas de la infancia en nuestro país. ¿Qué estamos haciendo mal?
–Yo soy un defensor del 'Baby Led Weaning' que consiste en darle de comer a los niños desde el principio lo mismo que comen sus padres sin limitaciones en cuanto a las fechas y dándole la comida sin triturar. Esto que a mucha gente le da mucho miedo llevo ya casi 10 años utilizándolo y la experiencia de los padres es fantástica y la de los niños inmejorable. Las ventajas de esta forma de introducción de la alimentación son que es más cómoda, barata, sencilla y además reduce las alergias alimentarias y la obesidad, consigue que los niños sean comedores activos que gestionan su propia comida y tienen una dieta mucho más equilibrada y variada que los niños que toman purés. El resultado de esta forma de introducción al final es que cuando uno lo prueba y ha tenido otro niño que se ha criado con la otra fórmula no tiene dudas. Sabe que esta forma es la correcta. Se basa en dejar de intentar poner normas en la alimentación infantil y empezar a entender los instintos del bebé que están ahí por algo. Después de tanto investigar, resultó que el único que sabe realmente de alimentación infantil, es el bebé.
–La pediatría está en plena revolución según sus propias palabras, lo que nos acaba de comentar es una de ellas pero hay más.
–Sí. Está habiendo muchísimos cambios. Hace unos años la pediatría era muy intervencionista, con toda la buena voluntad del mundo se lo ponía cifras a todo, se hizo un reduccionismo de un ser biológico que se tiene que adaptar a todo a ponerle pautas para todo, en la alimentación, con horarios, cantidades, horas de sueño… y eso ocasiona problemas. Se ha visto que hay niños con llantos «inconsolables» que se calman cuando les das de comer. ¿Por qué no le puede dar de comer? Necesita cubrir sus necesidades. ¿Tiene algún sentido esa forma de intervención? Entonces si, sabíamos poco y nos agarramos a las matemáticas pero hoy en día conforme vamos conociendo los mecanismos de regulación del bebé nos hemos dado cuenta que no hace falta tanto intervencionismo. Tenemos que darnos cuenta cuando hay fallos en esta autorregulación para hacer cosas. Esto está muy enlazado en el tema del cólico del lactante sobre el que acabo de publicar un libro, 'Bebés sin cólicos' en el que lo que explico es que el cólico del lactante no existe. Era un cajón desastre en el que metíamos a todos los bebes para los que no había un diagnóstico. Lo que hay que hacer es diagnóstico diferencial, tenemos que identificar la causa del llanto que suelen ser problemas de adaptación que se producen en el bebé en los primeros meses de vida, podemos tratar las causas. Un cólico de un lactante se puede resolver en cuestión una o dos semanas.
–Otro tema muy importante es la lactancia materna. ¿Usted que aconseja?
–Yo he pasado por tres etapas. La primera cuando me formaron en la cual no me enseñaron nada, los problemas con la lactancia se resolvían con un biberón. Cuando empecé con la divulgación fui investigando y descubrí que se podían resolver los problemas de una madre que quisiera dar el pecho a su hijo. Entonces entré en mi segunda etapa y me convertí en un 'talibán de la teta'. Durante unos cuantos años la defendí mucho pero empecé a darme cuenta en la consulta que había muchas madres que estaban sufriendo esa postura tan radical de la defensa de la lactancia y que había poca gente formada para darle solución a sus problemas. Muchas madres tenían una experiencia de la crianza que empeoraba porque la lactancia no funcionaba. Llegué a mi tercera fase en la que empecé a relativizarlo todo. La lactancia materna es la mejor solución de alimentación infantil cuando funciona pero que hay circunstancias personales y de salud que hacen que no siempre sea la mejor opción. Lo que tenemos que pensar es que la lactancia materna es una herramienta con un fin. El objetivo es que el bebé y la madre estén lo mejor posible buscando un equilibrio delicado entre ambos.
–Así podemos enlazar con el concepto de crianza respetuosa que además es otro de sus libros.
–Exacto, la crianza respetuosa es un resumen de lo que hemos hablado. A veces, nos centramos tanto en las necesidades del niño que no entendemos que en su entorno hay una situación emocional que aporta muchísimo más al niño que la composición biológica de la leche. Es muy importante que los padres disfruten de la crianza de los hijos en vez de estar agobiados, cambia mucha el resultado. La crianza respetuosa empieza por entender la necesidades biológicas del bebé y a partir de ahí cubrirlas entendiendo que los padres también tienen sus necesidades. El hecho de ser madre no supone dejar de ser persona. No hay porque sacrificarlo absolutamente todo por la maternidad, siendo una madre amputada no eres la mejor versión de madre para tu hijo.
Fuente: Ideal de Granada