¿Qué es el EMDR?
El EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares) es un abordaje psicoterapéutico que trabaja sobre el propio sistema de procesamiento del pequeño. Tras haber vivido experiencias traumáticas como la muerte de alguien cercano, abusos psicológicos, emocionales, físicos o cualquier otra experiencia vital estresante, se produce un bloqueo en su día a día ocasionándole al niño síntomas, como miedo, angustia, tristeza, pensamientos negativos, baja autoestima, somatizaciones que, al no ser tratados, pueden llegar a generar trastornos como la depresión, ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo o trastorno límite de la personalidad, entre otros.
¿Cómo se trata?
En nuestra Unidad de Salud Mental utilizamos este abordaje para identificar un problema específico, cómo se originó y porqué se mantiene, y así definir cuál será el foco del tratamiento y los objetivos terapéuticos.
Tras haber estabilizado y dotado de recursos al paciente, el procedimiento consiste en que el pequeño describa el incidente que le ha causado malestar con la ayuda del profesional, para seleccionar los aspectos más importantes y los que más le angustian mientras hace movimientos oculares (o cualquier estimulación bilateral).
Con niños se hacen adaptaciones en función de la edad y el desarrollo, como trabajarlo a través de dibujos, de la técnica de la "Caja de arena" donde se representan los episodios con figuras o a través de narrativas.
Mediante estos ejercicios, al niño le vienen a la mente otras partes del recuerdo traumático (tanto buenas como malas) y es, en este caso, cuando el profesional interrumpe los movimientos oculares cada cierto tiempo para asegurarse de que este está progresando bien.
La estimulación bilateral alterna puede ser:
- Visual: el paciente, guiado por el psicólogo, mueve los ojos de un lado a otro.
- Auditiva: el pequeño escucha sonidos alternados en ambos oídos.
- Tapping: el profesional golpea suavemente, y de forma alternada, las manos, los hombros o las rodillas del niño o la niña. Este gesto facilita la conexión entre los dos hemisferios cerebrales logrando el procesamiento de la información, y la posterior disminución de carga emocional.
El tratamiento con EMDR se sustenta en tres aspectos fundamentales: experiencias que han sucedido en el pasado; acciones y pensamientos estresantes del presente y comportamientos que se quieren mejorar de cara al futuro.
¿Por qué los pacientes responden tan bien al EMDR?
Porque es un abordaje centrado en el paciente que permite que el terapeuta estimule los mecanismos de curación intrínsecos del sistema de procesamiento de información del cerebro. El modelo EMDR toma en cuenta los componentes fisiológicos, las sensaciones físicas, además de las creencias negativas y estados emocionales de los síntomas del paciente.
¿A quién va dirigido?
A pacientes pediátricos que hayan sufrido un suceso traumático, o cualquier experiencia estresante y que, al no tratarse con el paso del tiempo, sufren dificultades en su presente que les impide llevar una vida plena.